miércoles, 22 de abril de 2015

Hay muerte en #Hayvidadespuesdelos6

Casi un mes sin publicar nada. Vacaciones y falta de ganas. He desconectado de este mundo 2.0 para conectarme a mi misma, a mi familia, a mis gustos. Cumplí casi todo lo que escribí en esta entrada antes de vacaciones. Y algunos detalles de lo que ha pasado últimamente me han hecho caer en la cuenta, aun más si cabe, de que la vida pasa rápido, sin ensayos ni repeticiones, que solo hay una oportunidad cada dia. Asi que como comprendereis, cuando plantean que el tema de este mes para #hayvidadespuesdelos6 es la muerte, toca sentarse y escribir.

Cuando los niños son pequeños, las muertes son siempre de cuento. Es más, evitamos aquellas películas o historias que hablan de muertes de forma muy explicita, con la intención de proteger de todo mal a nuestros pekes.  Con estos temas tan peliagudos, que Merak llama tabú, los padres debemos dedicar un par de minutos para reflexionar y "planear". Mas pronto que tarde aparece siempre alguna pregunta difícil. Yo creo que nuestros hijos son en gran parte un reflejo de nuestra personalidad y comportamiento, más que de nuestras enseñanzas, por mucho que las repitas hasta mas allá de la saciedad. Mi relación con la muerte ha pasado por varias etapas, desde la aversión mas profunda a los velatorios y los ataudes (me ponía enferma literalmente, sudores fríos, nauseas, mareos, ...) a tolerar algunas de las costumbres que rodean un fallecimiento (los funerales, el tanatorio,...). Pero lo que nunca ha cambiado es mi forma de enfrentarme a la pérdida del ser querido. Prefiero recordar los buenos momentos, las alegrías, las anécdotas a recrearme en la tristeza y el vacío que deja una muerte. Es ésta forma de ver la muerte la que he intentado transmitir a mis hijos.





En casa somos partidarios de no contar mentiras sino explicar los temas adaptándolos a medida que van creciendo. Nada de angelitos ni de dormir en plan Bella durmiente. La muerte es una parte de la vida. El cuerpo deja de funcionar, no hay dolor. Como cristianos creemos en el cielo, en que después de la muerte existe un lugar donde nos encontraremos todos en algún momento, de alguna manera.

Desgraciadamente, hace un año mis hijos se tuvieron que enfrentar a la muerte de uno de sus abuelos. G. con 4 años no fue muy consciente en ese momento. A medida que fueron pasando las semanas, notó su ausencia. Entonces, sacamos fotos, vídeos y empezamos a hablar de él: su vida, su trabajo, sus aficiones y anécdotas relacionadas con sus nietos. 




Para I. con 7 años fue distinto. La tristeza la inundó. Solo se permitía estar triste, no quería disfrutar. Estar alegre le parecía una traición a la memoria de su abuelo. Volvieron las pesadillas de cuando era pequeña y soñaba con la muerte de su padre o la mía. Su cuerpo reaccionó al stress con brotes atópicos. El día que junto a su hermano vimos las fotos, empezó a asumirlo y a gestionarlo con mas tranquilidad. 

Por una parte, intentamos que no todo girara en torno al tema de la muerte o la enfermedad en esos días. Pasamos mucho tiempo en familia, hablando, con actividades tranquilas. El dialogo sirve para exteriorizar sentimientos, para aclarar dudas y normalizar una situación que vivirán en varias ocasiones a lo largo de su vida. Gestionar bien un duelo es una lección emocional que les dará seguridad. Por otro lado, sin que nosotros lo buscarámos, ella aprendió una lección que personalmente me pareció admirable y que intento aplicarme a mi misma. 

No esperes a mañana para demostrar tu cariño o pasar un ratito con la gente que quieres. 



Hay vida después de los seis años" es una iniciativa en la que queremos implicar al mayor número posible de blogs con el fin de hacer más visibles los problemas y situaciones que viven las familias con niños que han dejado ya atrás la primera infancia. Hijos en edad escolar, preadolescentes, adolescentes... todos tienen cabida aquí. Si estás interesado en aportar tus experiencias sobre el tema propuesto, no tienes más que publicar bajo el hashtag #hayvidadespuesdelos6 el tercer lunes de cada mes
1. Ciclogénesis implosiva. Merak  5. Cris Pipo pipe y papás  9. A ratitos  
2. Anónimo  6. mamadedos  10. Equilibrium: La muerte no tiene explicación  
3. La Aventura de mi embarazo  7. Mamadedos especial libros  
4. Mis chic@s y yo  8. Psicología para mamás  

4 comentarios:

  1. Que entrada más interesante. Hablas de cosas que merecen una reflexión. Para empezar, eso de que transmitimos más a nuestros hijos con nuestras actitudes que con nuestras palabras creo que es cierto al cien por cien. También me gusta tu visión de la muerte en positivo, un momentoo en el que han de imponerse los buenos recuerdos a la ausencia, aunque sea difícil de llevar a cabo. Y, finalmente, me quedo con ese aprendizaje de tu hija, la importancia de pasar tiempo y repartir afecto a los que más queremos porque no sabemos cuándo va a ser tarde.
    Me ha encantado y me alegro de que hayas salido del letargo. Gracias por estar aquí con nosotras

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  2. Gracias a ti por animarnos!! Me paso a leeros a todos. Y pienso ponerme las pilas, esta entrada me ha dado el empujoncito que necesitaba.

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  3. Me gusta tu planteamiento, Amaya. Mirar a la muerte de frente.
    Acabas de hacer que vuelva la vista hacia ese sobre cerrado...
    El sobre contiene unas fotos que durante ocho años y medio no me he atrevido a mirar. Has tenido buen despertar de ese letargo ¿no? :-)

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