viernes, 2 de septiembre de 2016

Café de viernes: Reivindico mi derecho


Empezamos la nueva temporada con un café. Pero este café es especial. Este verano hablando con otras madres he visto que tenemos casi todas un problema común: nos sentimos juzgadas por otras madres, por la gente en general, por la sociedad. Criticadas y juzgadas sin pudor ni disimulo. Por eso desde aquí reivindico mis derechos.

Reivindico mi derecho a quedarme embarazada cuando quiero y decido. No existe el momento perfecto. Mi arroz no se pasa por mucho que me lo repitas.

Reivindico mi derecho a alimentar a mi hij@ a teta cada hora, con biberón si me canso, con puré sin trocitos y media sandía o helado de chocolate 3 veces al día. La salud de mi hijo es el único indicador que necesito. Acepto sonrisas y palmaditas en la espalda, miradas de solidaridad e incluso si no te gusta, acepto tu silencio.

Reivindico mi derecho a dormir y punto. Si de adulto no te metes con quién me acuesto ¿por que sí cuando soy madre? Dormir es necesario, en la misma cama, cada uno en su cuna/cama, en brazos o mecido por las olas. ¿Tú duermes? Yo también. 

Reivindico mi derecho a llevar a mi hij@ en brazos. Porque quiero que se acostumbre a MIS brazos. Mis brazos serán su refugio, su protección. En ellos encontrará siempre amor incondicional y un hogar donde volver. Quiero que lo sienta desde el minuto 1, durante todos los minutos de su vida. 

Reivindico mi derecho a ponerle miles de vacunas, a educarle en el método mas peregrino que encuentre, a enseñarle manualidades y a manejar videojuegos, a visitar museos y pizzerías, a vestirles de colores o con lazos y a no compararlos con nadie.

Reivindico mi derecho a que su salud y su felicidad sean mi única preocupación, a olvidarme de salir con amigas o fines de semana románticos. Mis hijos no me molestan ni me impiden sentirme realizada. Cada una elige su camino para desarrollarse, éste es el mio. Si lo compartes, ven, te invito a café. Si no, también. Hablaremos de lo guapisismos y listisimos que son nuestros niños. Pero sin juicios. Solo derechos.

Y café!!


6 comentarios:

  1. Ole!!! Como nos gusta juzgar pero no ser juzgados, es innato de la naturaleza humana, cuantos roles impuestos... K no nos dejan ser uno mismi

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  2. Totalmente de acuerdo ;-D. Hay mucha falta de educación en la gente y sobre todo falta de amabilidad. Criticar no constructivamente no es más que un síntoma del sentimiento de inferioridad de los que lo hacen con el único objetivo de reafirmarse. Es un comportamiento que denota una gran falta de madurez. Seamos un poco más agradable digamos las cosas como nos gustaría que nos las digan a nosotros.

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